El Castillo de Coria, en Cáceres, como sus murallas y la ciudad, es una construcción ordenada por el Duque de Alba, ya que las tierras de Coria pertenecían a su señorío en Extremadura. Hacia 1471, el mismo duque encargo un estudio de la fortaleza anterior, de las murallas y de la base arqueológica del pueblo para calcular la magnitud de la reconstrucción, así que se poseen datos fidedignos del estado de las anteriores edificaciones. Este estudio fue realizado por Ferrand García.
La fortaleza es un conjunto que incluye un recinto amurallado, en cuyo interior se encuentra la parte mas antigua de la villa, una Torre del Homenaje y una serie de edificaciones que la rodean, Todo este recinto esta construido sobre un basamento romano y se reedifico a finales del siglo XV.
Por este estudio realizado sabemos que de la fortaleza original musulmana, conquistada en 1142, se aprovecho la torre, de planta pentagonal, con dos alturas abovedadas, à la que se doto de una altura aun mayor y se engrosaron sus muros para dotarla de una mayor capacidad defensiva.
La finalidad de las obras y la fortificación de villa y castillo era protegerlo de los posibles ataques que pudiera recibir en caso de guerra con la cercana Portugal, en cuyas negociaciones el Duque de Alba estaba directamente implicado… Como parte del encargo se construyo la muralla protectora del recinto y se dificulto el acceso con un foso de grandes dimensiones. Según la documentación conservada, en el ano 1478 se realizo el último pago a los trabajadores como remate. El coste total de las obras realizadas ascendió a más de un millón de maravedíes.
En la torre se mantuvo la planta original, pentagonal pero con dos ángulos rectos, como si hubiese alcanzado su forma, mas que por trazado, por yuxtaposición de una torre cuadrada y otra triangular. A esta torre se le añadió un arco de entrada flanqueado por un torreón circular, macizo con remate almenado. La torre esta igualmente coronada por almenas pero se incorporan garitas semicirculares en cada una de sus caras, engalanadas con arquillos y otros adornos esféricos.
Las obras acometidas en el castillo tuvieron una mayor envergadura que las recomendadas en el informe y, según la documentación, fueron realizadas por el maestro cantero y arquitecto Juan Carrera que realizo la Torre del Homenaje, y por Tomás Bretón que dirigió las obras de excavación del foso del castillo, hoy desaparecido, pero que debió ser de grandes dimensiones a juzgar por el tiempo empleado en las labores (más de cuatro años) y el elevado número de trabajadores implicados, alrededor de trescientos ochenta.
Para la construcción del castillo se utilizaron bloques de sillería sin apenas aberturas al exterior, lo que le da un aspecto rotundo de fortaleza y destaca su carácter defensivo militar.
Marga G.-Chas Ocaña