(fotografia de Merche Caballero )
Haciendo turismo por Extremadura, por la comarca de la Sierra de Gata, en Cáceres, encontramos un sin fin de pueblos que son una verdadera delicia, tanto por su entorno, como por su historia y monumentos. Pero si hay uno que cabe destacar por su especial encanto para darse un paseo inolvidable, es, sin duda Robledillo de Gata.
Protegido por las montañas de la serranía, está rodeado de montes con bosques mediterráneos de robles, alcornoques, castaños, pinos, encinas y viñedos. Si queremos apreciar la belleza del paisaje, podemos hacer una excursión hasta lo alto del Puerto Viejo por un camino que hace 2000 anos fue una calzada romana.
El pueblo mantiene una estructura urbanística y arquitectura típica de la zona, reposa sobre una ladera y en la parte más alta se encuentra la plaza mayor, en torno à la cual ha ido creciendo la villa, En la misma plaza se encuentra la Iglesia de Nuestra Asunción, un monumento arquitectónico de planta hexagonal.
Caminar por el Robledillo de Gata es hacerlo por callejuelas que parecen túneles, algunas son pasadizos bajo casas voladas y con arroyuelos entre ellas, respirando una mezcla de pasado mudéjar y aroma a buen vino, uno de los productos típicos del pueblo. La pizarra, la madera y el barro rojizo propio de las construcciones típicas de la Vera, son las características del color de Robledillo.
Por todo ello, Robledillo de Gata ha sido declarado Bien de Interés Cultural, como Conjunto Histórico por la Junta de Extremadura ya que representa una de las mejores muestras de arquitectura popular que se conservan en Extremadura.
Marga G.-Chas Ocaña